martes, 7 de enero de 2020

Critica: Los Dos Papas (2019)



Película: Los dos Papas (2019)
Director: Fernando Meirelles (Ciudad de Dios, El Jardinero Fiel)




Para “believers” y “non believers”

Para comenzar se hace pertinente mencionar que no se trata de un documental, o de una biografía autorizada, y diciendo esto entramos en el plano de la ficción y la imaginación, en una reunión que nunca se dio y en una conversación que nunca fue pronunciada.

El guion toma hechos reales como la muerte del Papa Juan Pablo II, el cónclave del 2005 en el que se elige al Cardenal Joseph Ratzinger como nuevo Papa y su posterior dimisión en 2013; y a partir de allí crea una interesante y compleja relación entre dos figuras dicotómicas, protagonizadas por el Papa saliente (Joseph Ratzinger) y el que a la postre se convertiría en el entrante (Jorge Bergoglio).

Meirelles ha defendido el realismo de su obra en algunas de las entrevistas dadas, haciendo referencia a que si bien dichos encuentros entre los dos Papas nunca se realizaron, las ideas y frases más relevantes que estos mencionan en la película son efectivamente extractos de menciones reales que cada uno de ellos pronunció en algún punto de su vida.

Más allá de lo anterior, y habiendo convenido que no se trata de la reproducción de hechos reales, es una película entretenida, fácil de ver, apoyada en un guion ingenioso, que tuvo la gran fortuna de contar con dos actores de primera línea, que le aportan a sus personajes la dosis exacta de humanismo y mortalidad que el guion quiso impregnar a dos figuras que pudieron llegar a ser consideradas por algunos como “divinas”.

Anthony Hopkins interpretando a Ratzinger y Jonathan Pryce a Bergoglio, terminan siendo un deleite para el espectador durante sus largas, pero en ningún momento aburridas, conversaciones sobre el futuro de la Iglesia Católica, sus propios remordimientos, sus miedos, sus secretos. Todo ello visto desde dos puntos de vista completamente opuestos, pero que de a poco cada uno logrará sembrar en el otro algo de su propia perspectiva.

En lo personal y reconociendo que ambas actuaciones son sobresalientes, iré un poco en contra de la crítica que ha valorado de mejor manera el trabajo de Pryce (Golden Globes, BAFTA) y me inclinaré hacia el lado Hopkins. A mi parecer una actuación memorable.

Una película para ver y disfrutar, independientemente de en lo que se crea.

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