sábado, 25 de enero de 2020

Crítica: 1917 (2019)



Película: 1917 (2019)
Director: Sam Mendes (dirección y guion) Anteriores: “Skyfall”, “American Beauty”.

  
No le han regalado nada…

La utilización de un único plano de secuencia continua, esto hace que aun cuando no han terminado de transcurrir los primeros 30 minutos, ya comience a ser claro porque “1917” ya cuenta en su palmarés con los premios a Mejor Película (Drama) y Mejor Director de los Golden Globes, y porque tiene 10 y 9 nominaciones a los premios Oscars y BAFTA respectivamente.

El plano de secuencia continua que se utiliza en todo el rodaje de la película termina siendo más que propicio para reconocer y valorar el magnífico esfuerzo a nivel de ambientación y fotografía, e incluso a apreciar de mejor manera la banda sonora y sus efectos de sonido.

Que si fue arriesgado emplear un único plano continuo?, seguramente sí, pero el resultado que logró Mendes con esto es permitirle al espectador una experiencia de inmersión total, llevó el realismo y la tensión a un nuevo nivel y elevó la sensación de disfrute.      

La fotografía, la ambientación y la banda sonora son poesía pura, y su nivel técnico notable y digno de reconocimiento. Ni hablar de los efectos de sonido, que hacen sentirnos como si nos dispararan a nosotros mismos, en una película que es mucha más tensión antes que acción.

En definitiva el “cómo” (la forma) roza con la perfección, pero es en el “qué” (el guion), en donde me queda debiendo. La falta de alguna sorpresa en la historia, o tal vez de algún de giro inesperado, hace que sea posible resumir su trama en un par de líneas, y es ahí en donde mi valoración personal la aleja de un 10. Esto provocó adicionalmente que no lograra enamorarme de los personajes, ni de las actuaciones, haciendo parecer que cualquier otro actor lo habría podido haber hecho igual.

Hasta aquí la película más ambiciosa de Mendes, que ya le valió el Golden Globe por mejor dirección, dejando atrás a las emblemáticas “American Beauty” y “Skyfall” y que le permite subir un escalón más en la categoría de los grandes directores.

1917 pasará a ser memorable por la forma en cómo se rodó, y seguramente será el tema de foros y conversatorios en muchas facultades de cine por su altísimo nivel técnico. Así que no deberá extrañarnos algunos premios adicionales en los Oscars o en los BAFTA. Pero de igual manera será recordado su guion, pero no por su profundidad o su complejidad, o porque nos haya emocionado al máximo, sino por la facilidad que tenemos para recordar cosas sencillas.

Si deciden verla, dense prisa e intenten verla mientras se proyecta en cines y así poder disfrutar una experiencia de inmersión inigualable.

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