Director: Damien Chazelle
Chazelle... no fue solo suerte la
primera vez.
Damien Chazelle el "niño" de 31 años de edad quien hace
tan solo 2 años sacudió el mundo con la increíble y potente
"Whiplash", vuelve a entregarnos una obra completamente envuelta en
la música, siendo esta vez los ritmos del pop y el jazz clásico los anfitriones
de esta historia.
A diferencia de "Whiplash", a la cual no se le puede
categorizar de musical, “La La Land” revela desde sus trailers que contiene
todos y cada uno de los elementos propios del clásico musical tipo “Broadway”, pero
esto vez trasladado a una pantalla de cine.
Debo reconocer que no he sido
nunca de musicales, y que los pocos que he llegado a ver en teatro o en una
sala de cine han sido únicamente por cultura general, y no fue distinto con “La
La Land” ya que fue solo después de leer la abrumadora crítica positiva que ha
recibido, que me sentí prácticamente obligado a ir a verla.
Si bien la primera mitad de la película
golpea con un tsunami de canciones, coreografías y el comienzo de una historia
de amor empalagosamente “rosadita”, la trama madura y se torna más compleja
rápidamente, al igual que la banda sonora que la acompaña, y es gracias a esto
que aún para alguien como yo, una persona ampliamente ajena a esta categoría de
películas, el desarrollo de la obra se vuelve fácilmente asimilable y la
historia de estos dos amantes empieza a llamar fácilmente la atención así como
el interés de conocer su desenlace. Adicional a esto cuenta con innumerables
herramientas visuales que ayudan aún más a no perder el hilo de la historia. Indiscutiblemente
una película muy bien lograda tanto en su trama como visual y musicalmente
hablando.
Respecto a sus dos protagonistas,
Ryan Gosling y Emma Stone, debo mencionar que por lejos actúan e incluso bailan
mucho mejor de lo que cantan, pero aún con sus voces, la banda sonora es tan
buena que se sobrepone a esto y logra sonar muy bien, todo esto sin mencionar
que adicionalmente recibe la ayuda del ya famoso John Legend. Una banda sonora
que con facilidad arrasará con premios y distinciones.
Así que si no es alguien a quien las
canciones reiterativas y las coreografías coloridas lo logren marear y/o
generar nauseas fácilmente, definitivamente debe ir a ver la película que será una
invitada habitual dentro de la temporada de premios que se avecina.
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