Director: Danny Boyle
No apta para todo público…
Con un enfoque completamente distinto a la película de 2013
(Jobs) protagonizada por Ashton Kutcher, esta nueva obra del director británico
Danny Boyle al que seguramente recuerdan por la fantástica “Slumdog
Millionaire” del 2008, nos entrega una forma muy diferente de presentar la vida
del genio Steve Jobs enfocándose en tres hitos de su vida: Su caída, su
ascensión y su consolidación. Todas estas etapas observadas tras bambalinas en
los momentos previos a tres de sus más importantes y recordados keynotes y
apoyándose eventualmente en algunos flashbacks.
En principio, si consideramos que en las poco más de dos
horas de proyección la trama se confina únicamente a los instantes previos a
sus keynotes podríamos llegar fácilmente a pensar que deben aparecer diálogos
prolongados y densos, y la verdad así es, pero es aquí en donde la película hace
una selección del público para la cual está hecha, ya que para alguien ajeno a
la vida de Jobs o con tan solo una idea somera, seguramente experimentará de un tedioso
y agobiante documental que no se preocupó por poner en contexto al espectador
acerca de la biografía que presenta. Por el contrario para alguien con
conocimiento y gusto por la vida de este genio encontrará un magnífico trabajo
a nivel de guion para compilar de gran manera las distintas opiniones y
percepciones que fueron forjadas dentro de las personas más allegadas a él. Es
por esto que aunque me gustó mucho, soy consciente de que no es una película
para todos, al igual que pasa con muchas de las cosas que el mismo Jobs desarrolló.
Lo que si será muy claro y evidente para todos son las
excelentes interpretaciones de Michael Fassbender (Steve Jobs) y Kate Winslet
(Joanna Hoffman) ejecutando un par de papales más que exigentes considerando el
prolongadísimo tiempo de exhibición que tienen a lo largo de la película.
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